Coherencia

El concepto se utiliza para nombrar a algo que resulta lógico y consecuente respecto a un antecedente.
Lo coherente, por lo tanto, mantiene una misma línea con una posición previa. Si un hombre afirma que nunca se iría de su país y, a las pocas semanas, viaja para instalarse en el extranjero, habrá tenido una conducta incoherente (no coherente). En cambio, si un futbolista asegura que no jugaría en un club diferente al que lo vio debutar y luego rechaza una oferta millonaria de otro equipo, puede decirse que se trata de una persona coherente.
La coherencia también se asocia a aquello que resulta entendible a partir de la lógica. Un político hablará con coherencia si no realiza promesas incumplibles ni distorsiona la realidad. Lo contrario sería que prometa cosas que no podrá cumplir.